La tierra de San Luis nos transmite diversos mensajes bajo diferentes formas, a veces misteriosos. En la provincia, existe una fuente inagotable de sorpresas para los estudiosos. Geólogos, arqueólogos y paleontólogos, encuentran abundante material en la Sierra de la Quijadas, una formación en la que intervinieron, además de factores erosivos como el viento y el agua, sucesivos sacudimientos de la corteza terrestre. Hay huellas de pterosaurios que hacen suponer que existe allí un importante yacimiento de esa especie y, posiblemente, de otras más.
En el Bajo de Véliz, cerca de Merlo, se han descubierto, además de morteros comunitarios excavados en la roca, pizarras con restos de plantas e insectos fósiles.
En la Quebrada de Cautana se encontraron petroglifos de animales, figuras geométricas, algunos de los cuales son antropomorfos.
La Gruta de Intihuasi (Casa del Sol), próxima al cerro Sololosta, fue hogar del hombre hace más de 8.000 años, según lo registró el carbono 14. Allí hizo su fuego.
Las pinturas rupestres de San Luis destacan cinco estilos definidos. Además de las mencionadas, encontramos otro estilo en La Ciénaga y otro en Tilisarao; por otra parte; en Sololosta y en el Valle de Conlara hay varios sub estilos.
El escenario rupestre es bastante amplio y se descubren representaciones geométricas, de forma o apariencia humana y de animales, que se han hallado en yacimientos del Norte, como San Roque y San Felipe.
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- Pinturas rupestres
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