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El Carnaval de Río en San Luis avanzó con un ritmo vertiginoso y regaló durante tres noches una fiesta cultural que en los últimos seis años hermanó a dos países. La expresión de danza, música y show tuvo su escenario en el sambódromo de Potrero de los Funes. Al mega evento llegaron turistas locales, de las provincias y de varios países.

Las tres noches ofrecieron espectáculos diferentes. El cierre del 23 de marzo de 2015 fue colosal. La organización reunió a unos tres mil pasistas que junto a una escenografía impecable e impactante representaron pilares fundamentales de la política de Estado como el emprendedurismo desarrollado con los jóvenes empresarios y la actitud saludable, con el fomento de una alimentación sana y el desarrollo del deporte. En el cierre se confirmó que la próxima edición se realizará durante la segunda quincena de marzo del 2016.

El fin de la sexta edición tuvo 22 mil espectadores y llegó después de la 1:00 cuando por el asfalto blanco pasó el carro de la “Apoteosis” con los artistas puntanos que este año le cantaron al Carnaval. Como en las veladas anteriores, estuvo presente el gobernador de la Provincia, CPN Claudio Poggi, acompañado por su esposa, Sandra Correa, quien en declaraciones con la prensa aseguró que la próxima edición, la séptima, se realizará la segunda quincena de marzo. El mandatario se mostró orgulloso por el nivel con el que cada año sorprende la realización que tuvo a unos 1500 puntanos en escena representando una de las políticas más fuertes del Gobierno como la Actitud Saludable.

En la Edición 2015, los espectadores se fueron con los ojos llenos y los cuerpos cansados de tanto movimiento. El desfile mostró brillo, color, baile, luces y una cultura del trabajo artesanal que crece. Cada baile, como después de cada paso por la pasarela de casi mil metros, puso a puntanos y brasileños con la emoción del entierro del Carnaval y con los corazones contentos y orgullosos de saber que el esfuerzo dio sus frutos, que todo valió la pena. Sentimiento, alegría y pasión, ni un poco más ni un poco menos, unieron a tres mil personas y fueron protagonistas de un Carnaval único que se conoce como el más grande y alegre del mundo.
Los años y la continuidad del festejo demostraron que la fiesta se ganó un lugar en el calendario turístico y que el atractivo ya sobrepasa las fronteras internacionales para que turistas de otras partes del mundo visiten San Luis, y lo hacen cautivados por ese espíritu de la fiesta que sólo una vez al año sale de Brasil para seguir cavando en las venas puntanas y alimentar las raíces de la tradición carnavalesca de marzo.
Las murgas del interior provincial fueron parte del acontecimiento y en cada jornada abrieron el desfile dejando en cada paso la sensación de que un año más de preparación las dotó de jerarquía y de un vestuario que se perfecciona, así como el baile de samba, baterías y tambores que son el fruto de las escuelas de murga que funcionan en diferentes localidades.

“Emprendedurismo” fue el lema de una escuela brasileña que representó en un carro de colores y estructuras doradas la fuerza y el coraje que enfrentan los emprendedores para concretar una actividad económica en medio de un país envuelto en crisis. Por eso el carro mostró un contexto y también la realidad de una provincia donde los sueños son posibles. La estructura la completaron los ángeles que representan al Gobierno como protector de los emprendedores; y los caballos que marcan el camino a seguir, y que simbolizan la fuerza y la velocidad. Las águilas representaron a los emprendedores, la libertad y las oportunidades.
La segunda alegoría fue “Actitud Saludable” que estuvo representado por la Escuela “Sierras del Carnaval”, una agrupación de puntanos apasionados que no para de crecer y que cuenta con una batería que encanta. A su paso, los colores que reflejan la naturaleza, como el verde de los árboles y el celeste del agua, pasearon una política de Estado que fomenta el deporte y la alimentación sana para tener una vida saludable. Así se hicieron presentes las bicicletas TuBi, las plazas saludables y el Tour de San Luis como una apuesta al deporte.

Afuera, el Carnaval ofreció fiestas musicales que en la primera noche fue protagonizada por Axel (reunió a 18 mil personas) y en la segunda (que tuvo la presencia de 25 mil espectadores) Prince Royce cautivó en el escenario. La última madrugada de samba, cervezas y caipiriña a orillas del imponente lago de Potrero de los Funes, fue la continuidad del espíritu carnavalero que hechizó cada noche. Y con sus ritmos del Caribe, Carlos Vives hizo posible que la celebración se extendiera un poco más.

Fuente: Agencia San Luis

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