En el mes del bicentenario del cruce de la Cordillera de los Andes se inauguró la muestra referida a la mayor operación político-militar realizada durante el proceso revolucionario que culminó con la lucha por la Independencia americana en el siglo xix.
El general San Martín fue quien lideró las tropas que dieron la libertad a la Argentina, Chile y Perú. Desde Cuyo, con capital del Estado Mayor en el campamento del Plumerillo, cerca de la ciudad de Mendoza, imaginaba la victoria luego de analizar y planificar el inicio de maniobras militares por el libertador Ejército de los Andes.
En el marco de los festejos del bicentenario, el miércoles 15 de febrero de 2017 se inauguró la sala permanente “El cruce de los Andes”, que contó con la presencia de miembros de la Academia Nacional de la Historia, de integrantes de la Comisión Nacional de Monumentos, directores de Museos, investigadores, alumnos y diverso público interesado en la gesta sanmartiniana, como la escritora puntana Perla Montiveros de Mollo, quien contó a Camino San Luis su gran admiración por el Padre de la Patria.
“San Luis es de San Martin. San Luis entregó a su gente para colaborar con la libertad de los pueblos. Al marchar los hombres a la batalla, quedaron solamente las mujeres y los niños a esperarlos. Las puntanas eran aguerridas y querían acompañar a sus maridos, novios o hijos, y aunque no estaban en una buena situación económica los ayudaron con el poco dinero que tenían, brindaron sus joyas, su comida o el charqui; colaboraron con lo que podían”.
Montiveros afirmó con ilusión que le gustaría publicar un libro sobre la gesta Sanmartiniana. “Escribí e investigué a lo largo de mi vida y seguramente aparecerán historias sanmartinianas que me gustaría contar”.
Luego de recorrer la muestra, la escritora manifestó la importancia de la gesta que involucró a miles de valerosos patriotas: “El Cruce de los Andes es una travesía única en la cual se destaca una gran solidaridad que muchos no entienden. Don José de San Martín fue un salvador, y su obra tuvo un comienzo pero no tiene fin.
Patricia Ortiz
Crédito fotográfico: Patricia Ortiz
