Entrevista a Adriana Bazzano, titular de la Secretaría de Estado de la Mujer #NiUnaMenos, quien fue convocada por el Doctor Alberto Rodríguez Saá para ayudar a las mujeres que sufren violencia de género. Su carácter solidario la impulsa a involucrarse en una problemática atendida por un grupo multidisciplinario. Todos los días viaja desde su Villa Mercedes natal hasta la ciudad de San Luis para dirigir los programas que contienen a las mujeres que llegan a la secretaría en busca de ayuda.
–¿Cuando fue creada la Secretaría de Estado de la Mujer #NiUnaMenos?
–El Doctor Alberto Rodríguez Saá creó el Ministerio al asumir como gobernador de la provincia de San Luis en 2015 y me convocó para estar al frente de la Secretaría, sabiendo que era una temática nueva que presentaba desafíos. Son cinco secretarías con rango Ministerial.
–¿Por qué aceptó el desafío?
–Soy Técnica radióloga y nací en Villa mercedes. A lo largo de mi vida he formado parte de las políticas sociales del Gobernador. He sido diputada y pertenezco a organizaciones sociales y culturales. Además, mi costado artístico me impulsa a dirigir un grupo de teatro. Como Ministro de Inclusión, desarrollé una intensa actividad que me conectó con las necesidades de los puntanos.
–¿Cómo trabajan en la Secretaría de la Mujer #NiUnaMenos?
–Partimos de cuatro programas que desembocaron en este Ministerio. Uno fue el Centro de asistencia inmediata a la víctima; el segundo es Seguimiento y control del caso; el tercero es Capacitación en igualdad de oportunidades”; luego sigue el de los Derechos de género y uno muy importante es Jardines maternales.
A su vez tengo un área heredada, el Centro de asistencia del delito, que toma el caso de abuso de menores, y el Área de diversidad. Estos programas se unieron, forman parte del Ministerio y de ellos se desprenden otras áreas.
–¿Cuál es el programa o área más difícil de afrontar?
–Nuestro trabajo se basa en seguimiento y atención inmediata, ya sea por teléfono, página web o presencia en el lugar. Tenemos guardias que actúan en el aquí y ahora. Cuando una mujer llega a nuestra secretaría, su caso ingresa, le damos una semana y luego pasa a seguimiento para continuar asistiéndola por lo menos durante seis meses. La admisión necesita cumplir ciertos requisitos, y a partir de ese momento es atendida por un grupo multidisciplinario que evalúa a la mujer, que a veces llega derivada por la justicia. Contamos con el sistema de botón de alerta temprana que, en ciertos casos, es ordenado y en general lo damos nosotros. Contamos con esta herramienta que se coloca en los celulares en forma gratuita hace más de un año.
–¿Existe la posibilidad de que, al regresar a su casa, la violencia se repita?
–Es fundamental que la mujer no esté sola. Este programa es muy cerrado porque los controles se hacen en los domicilios para que no caiga en la misma situación y, a su vez, le damos otras herramientas como el Centro de empoderamiento, que las capacita en actividades comerciales para comenzar a valerse por sí misma en el caso de no trabajar. Contenemos dando lo que necesitan para incluirlas en el mundo laboral y descubrir otros aspectos de la personalidad. Es terrible soportar el maltrato, y por este motivo necesitan estar bien consigo mismas. Hemos considerado que la música y el canto son fundamentales como disparadores anímicos.
–¿Por qué una mujer golpeada no pide ayuda a tiempo?
–Por falta de confianza. Creemos que desde el Estado la podemos ayudar a recuperar su dignidad. Sabemos que el hombre, en su intento por avanzar sobre la mujer, la anula y la separa de todo. Es difícil afrontar esta situación por vergüenza y, por este motivo, siguen aguantando sin rebelarse. Es importante considerar todo tipo de violencia; hay que escucharlas, porque lo que parece tan simple no lo es. Si nos remitiéramos a escucharlas o a hacer una simple entrevista fría y técnica, perderíamos el rumbo. Partimos de que la persona que ingresa tiene la verdad, lo que vale es lo que siente y vive.
–¿Por qué existe el flagelo de la violencia de género?
–Vivimos en un sistema que sigue siendo patriarcal. No depende de si un estado tiene una Secretaría o no. El gobierno de San Luis creó este Ministerio que durante un año no ha recibido fondos del Gobierno Nacional. Recién a partir del discurso del presidente Mauricio Macri lo tendrá. Tenemos divergencias con la Nación porque no nos enviaban botones antipánico, necesarios para la prevención, aunque los implementamos por nuestra cuenta. La violencia no se termina con un botón o con una orden de restricción. En San Luis apuntamos a otros resultados, y por este motivo sumamos a 150 patrocinantes gratuitos convocados por el Gobernador y que le aportan al programa una visión solidaria. Somos pioneros en esta decisión porque sabemos que la justicia es muy lenta. Tiene que ver con una actitud hacia los que menos tienen de parte de los patrocinadores abogados a quienes se les adjudica el caso. El gobierno les reconoce un pago equivalente a un título para que puedan trabajar.
–¿En qué consisten las charlas de ayuda a la mujer?
–La atención y la contención se basan en las charlas grupales; comienzan en forma individual y luego comparten su historia con otras mujeres; la interacción da muy buenos resultados.
–¿Qué actividades realizaran en la Semana de la Mujer?
–Hemos pensado en una jornada que comenzará el lunes 6 de marzo con la creación de un mural en la Terminal de ómnibus. A la tarde se inaugurará una muestra plástica de la española Patricia Landabaso, quien dará una charla sobre violencia. El miércoles 8 tendremos un acto en el Salón Blanco donde firmaremos por la igualdad, que es un compromiso por el cual los líderes de las Naciones Unidas firman por la no violencia. Nuestro gobernador ya lo hizo, y también lo haremos el Intendente de la Ciudad de San Luis y yo. Será una semana en la que habrá intervenciones artísticas que culminarán con la marcha que convoca a todas las organizaciones. El jueves 9 de marzo inauguraremos la Plaza de las mujeres, y el viernes inauguraremos en Merlo una oficina de la mujer, porque allí hay muchos casos de violencia. Concluiremos con un mural muy lindo en la Terminal de ómnibus, el Mural Ni una menos.
–¿Qué significa igualdad?
–Obtener los mismos derechos tanto para el hombre como para la mujer. Hay que pelear mucho porque los hombres nos ganan.
–¿Pedir igualdad no es colocarse en un lugar de inferioridad?
–¡Sí! Puede ser que al pedir igualdad partamos de ese lugar, más en los puestos laborales; la mujer no gana lo mismo que el hombre o en un acto vemos que los hombres lideran. ¡Esa es la igualdad que pedimos!
–¿Qué mensaje le da a las víctimas de violencia de género?
–¡Que no tengan miedo, que denuncien! Somos un Ministerio que trabaja para mejorar la condición de vulnerabilidad. ¡Las mujeres no pueden esperar!
Vivo en Villa Mercedes y viajo a la ciudad todos los días. Me gusta llegar a mi casa, no me quedo. Es apasionante ayudar; le pongo pasión. No hay otra forma de trabajar.
Patricia Ortiz
